¿Cómo afecta el refresco a tu hígado?
- vmedianoticias
- 4 nov 2023
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¿Deberías cancelar el ‘chesco’? El refresco es una de las bebidas más populares en todo el mundo, en México parece inseparable de las carnitas o de unos buenos tacos de suadero, sin embargo, consumirlo todos los días afecta silenciosamente a tu cuerpo, no solo a los riñones, también a tu hígado.
Esta bebida comenzó a popularizarse en México, país de las aguas frescas, a inicios del siglo XX, con sabores como manzana, vainilla y posteriormente el tan popular refresco de cola y toda la oleada de sabores como naranja, tamarindo, uva, ‘rojo’ y un azucarado etcétera.
Harvard T.H. Chan School of Public Health explica que el refresco es un tipo de bebida azucaradas, son cualquiera con azúcar añadido o edulcorantes como jarabe de maíz de alta fructosa, sacarosa, concentrados de zumo de frutas y demás.
En este grupo también están las bebidas deportivas y energéticas, Harvard recomienda evitar su consumo, pues no tienen prácticamente ningún nutriente y sí demasiados ingredientes dañinos que en exceso lastiman órganos como el hígado.
¿Cuáles son las bebidas que dañan el hígado?
El hígado es uno de los órganos más importantes en el cuerpo, pues tiene más de 500 funciones como procesar la sangre, descomponer grasas y limpiar toxinas (hace naturalmente todo eso que prometen y no cumplen casi nunca las dietas depurativas).
Cuando esta parte del cuerpo comienza a fallar, se acumulan las toxinas y devienen enfermedades hepáticas; si bien hay aspectos genéticos que influyen en esto, lo que comes y bebes es clave para mantenerlo saludable.
En exceso, las bebidas alcohólicas (en especial los licores con alta graduación) y las azucaradas tienen elementos que pueden dañar al hígado a largo plazo.
Según explicó el médico Waqas Mahmood a Eat this, not that, entre todos los alimentos azucarados, los refrescos son los peores para el hígado.
¿Por qué el refresco es malo para el hígado?
Acumulación de grasa
Esa alta cantidad de azúcar y jarabe de maíz de alta fructosa en los refrescos puede convertirse en grasa en el hígado, ya que, según Healthline, estos se componen de dos moléculas que se procesan así en tu cuerpo:
Glucosa: se metaboliza por todas las células de tu cuerpo.
Fructosa: solo se puede metabolizar por el hígado y es habitual consumir una cantidad excesiva a través de las bebidas azucaradas.
En consecuencia, los bebedores de refresco consumen demasiada fructosa que sobrecarga al hígado, porque una parte de esa grasa generada se expulsa como triglicéridos sanguíneos, pero otro tanto se queda en este órgano.
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